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La Ley ampara los contratos celebrados de forma masiva y unilateralmente entre las grandes empresas y los consumidores para fomentar la rápida contratación de servicios de utilidad. Ahora bien, esto no quiere decir que en esos contratos puedan insertarse cláusulas descompensadas en perjuicion del consumidor (cláusulas abusivas). En este post vemos cómo se definen estas cláusulas y ejemplos de cláusulas abusivas.
Definición de cláusula abusiva
El Estatuto del Consumidor, principal ley de defensa de los consumidores aquí, dedica sus artículos 42 al 44 a las cláusulas abusivas.
El artículo 42 define qué se entiende por una de estas cláusulas:
Son cláusulas abusivas aquellas que producen un desequilibrio injustificado en perjuicio del consumidor y las que, en las mismas condiciones, afecten el tiempo, modo o lugar en que el consumidor puede ejercer sus derechos.
Al mismo tiempo prohíbe a productores y proveedores la inclusión de este tipo de cláusulas descompensadas en sus contratos (tanto en las condiciones generales como en las particulares).
Y recuerda que, cualquier cláusula que sea declarada como tal por un Tribunal de Justicia, será ineficaz (habrá que tenerla como no puesta).
Ejemplos de cláusulas abusivas
El artículo 43 de la citada norma da 13 ejemplos prácticos sobre estas cláusulas abusivas, que recuerda que “son ineficaces de pleno derecho”, es decir, que hay que tenerlas por no puestas en el contrato (como si no existieran).
Repasemos algunas de ellas, punto por punto, intentando explicarlas con más detalle:
Cláusulas limitativas de responsabilidad
Serán aquellas que, en contra de lo que dice la Ley, reduzcan o limiten la responsabilidad del productor o proveedor de las obligaciones que por ley les corresponden.
Por ejemplo, un proveedor que te vende un producto por Internet y no te permite ejercer por contrato el derecho de retracto del artículo 47 de la Ley 1480 (el que te permite devolver la compra hasta cinco días tras recibir el pedido).
Cláusulas de renuncia a derechos como consumidor
Se trata de cláusulas que obliguen al consumidor a renunciar a alguno de los derechos del consumidor que por ley les corresponden.
Por ejemplo, renunciar a la garantía del producto comprado, o a que el producto incluya instrucciones en idioma castellano, o a la entrega de una factura, etc.
Cláusulas que inviertan la carga de la prueba en el consumidor
Por ejemplo, aquellas en las que sea el consumidor el que tenga que probar que no ha estropeado un producto frágil recibido de un transportista.
Cláusulas de vinculación unilateral del consumidor
Serán abusivas las cláusulas que vinculen al consumidor al contrato, aun cuando el productor o proveedor no cumpla sus obligaciones.
Está claro que será descompensado cualquier contrato en el que el proveedor pueda resolver unilateralmente el contrato si el consumidor incumple alguno de sus pactos pero no a la inversa.
Cláusulas de renovación automática de un contrato
Se trata de contratos de suscripción a servicios como publicaciones, servicios de búsqueda de empleo, gimnasios, seguros, etc. Si no se permite al consumidor dar por terminado el contrato y se le obliga a renovar sin su consentimiento, estaremos ante una cláusula abusiva.
Esto con la excepción de los contratos con permanencia, tan habituales en las empresas de telecomunicaciones:
Cláusulas de renovación automática que impidan al consumidor dar por terminado el contrato en cualquier momento o que imponga sanciones por la terminación anticipada, a excepción de lo contemplado en el artículo 41 de la presente ley.
Claúsulas leoninas en contratos financieros
Serán nulas las cláusulas que “incluyan el pago de intereses no autorizados legalmente, sin perjuicio de la eventual responsabilidad penal”.
Normativa de protección de los consumidores colombianos
Las principal norma de defensa de los consumidores y usuarios frente a las cláusulas abusivas en Colombia es la:
- Ley 1480 de 2011 del Estatuto del Consumidor de 12 de octubre de 2011 (Ley 1480 PDF). (Artículos 42 al 44). Entró en vigor el 12 de abril de 2012.
